jueves, 25 de enero de 2018

No hables

No puedo expresarme, si no tienes algo bueno que decir, si van a causar problemas tus palabras, lo mejor es no hablar. Eso es lo que constantemente me repite mi cabeza.

Llevo tiempo en este estado catatónico en el que mi cabeza no permite a mi boca articular palabras con facilidad y desvelar lo que ocurre. Lo hace para protegerme, para no hacer daño, para evitar que algo malo pase.

No miento cuando te digo que siento, a veces rompo esa barrera y mi boca  suelta lo que se repite y acumula en mi cráneo. Quiero que sepas que puede doler que puedo rectificar y darme cuenta de que lo que digo no siempre es lo que realmente quiero expresar, aun así la verdad dolerá.

Escribir es mas fácil, aun mas si no te es para decírtelo, mas bien es la manera de evitar soltarlo, eso espero. Porque me atemoriza pensar que romperé algo importante, por mucho que intente dejar claros mis sentimientos antes de soltar mis cavilaciones, porque he perdido la pasión sin dejar de quererte, esa es la verdad. Es doloroso estar así cuando se que no es lo que quería que pasara, se que buscaba lo contrario, y siento que he de  culparte aun cuando siempre intentas poner lo mejor de ti. Se que es lo que quiero, pero es tan horrible o se que sera tan horrible para otros oídos que me escuchen que prefiero guardarlo en secreto.

Estoy acobardado, soy despreciable por querer lo que quiero, soy despreciable por no ser como los demás, complico las cosas y aun así quiero, no, debo alimentar a mis deseos mas profundos para no caer en el agujero oscuro y profundo que me proporciona la conformidad. Por el momento contengo el demonio, porque te quiero, aunque no lo puedas entender y yo no lo sepa demostrar de otra manera.

Eso fue lo que dije, esa maldita rata, ya no esta, ya no volverá, la tengo encerrada en un oscura caja que sostengo firmemente con mis manos, jamás volverá a salir, las manos que antes usaba para vendarme los ojos, para no ver nada, para temer y dejar mi mente volar, imaginar monstruos que no existen o incluso aunque existieran no podrían matarme. Porque ahora ya no tengo la venda, porque ahora puedo verlos huir o luchar o simplemente hacerme su amigo. De toda esta lucha solo tengo una palabra que decir "Perdón".